jueves, 27 de agosto de 2009

Despegar

Por no hablar, solo cuando es necesario, me cuesta despegar los labios. Mi miedo está a la espera, me queda solo la posibilidad de abrazarte con mi mente. Vivo de nuevo por la intensidad, de poder oír, de poder sentir , de poder amar. Tanto olvidarme del mundo y sus cosas, tanto que he perdido, si lo calculo ni siquiera a medias he vivido. Ahora mientras lo medito, la sangre se me va por la vertiente, con una mirada vaga y de reojo se que respiré muy lentamente, que los obstáculos me resultaron insalvables, a pesar de todo caminé y caminé, me cansé, hasta yo misma me sorprendo de la carga tan grande con la que he viajado. Busco y necesito unos ojos bien despiertos repletos de amor apasionado, que transmitan mucha fuerza para seguir transitando y empezar un tiempo de nuevas primaveras.