Empapada de amor.

En las ramas del árbol de la ausencia sumo y amo, la decisión, la potestad, el espíritu y el instante, me entrelazo con el mundo como átomo que soy. Con todo mi albedrío decido y ejecuto evidentes superposiciones, destruyendo la ecuación del calculo preciso y es que si se me es permitido evidencio mi naturaleza corpúsculo-partícula. Sólo soy una loca, coloreando con mi bastón mágico, las montañas y los amaneceres, llenándolo todo con mi encanto y mi risa alocada. Tambaleo sobre una cuerda floja, la noche corta y oscura sugiere una alternativa, no teme al fantasma que desde niña me seguía. Una vuelta mas distorsionada y caigo, bañandome en recuerdos con gotas en mis ojos en una secuencia con catorce dimensiones. Después de este desvelo, dejo volar la imaginación quiero verme reflejada y empapada de amor.

Pigmento de lo escrito

Pasaría mucho tiempo en que aquellos hermosos labios volvieran a despegarse, salieron como lanzas las últimas palabras que pronunció esa tarde. Nada había sido tan hermoso, nada volvería a serlo. Leyó, releyó y siguió escribiendo. Había perdido alguna vez algún rojo amanecer,fue polvo y letargo, también olvido. Cuando su corazón palpita apresuradamente hiela la sangre para después detener sus latidos. Hay parámetros que no nos es fácil interpretar ni comprender, a veces una lágrima corre y se pierde en la comisura de la boca y se muestra con cierto anhelo no correspondido con lo real, nos hacemos frágiles como el aire, como si nada, frágil para esperar, para escapar, para correr. Y ahora un silencio obligado a perderse, la pluma danza y tiembla galante se desborda ilusionada, danzante de sus letras entre miedos. En vastas latitudes las creencias quedan plasmadas con la tinta y mi puño se apodera del pigmento de lo escrito.

Sonreir no es malo

Las memorias de tiempos pasados, se quedaron justamente ahí en el pasado, sin sueños programados ni promesas a la historia. Avanzamos sin penas ni vacíos al presente, ganamos las arrugas a una suerte que quería separarnos del futuro. Fuimos sin quererlo cansancio de un voraz hastío y de repente notamos las vidas incoloras, los dramas los hicimos sin llantos desgarrados, descubrimos que el amor breve es más bueno. Sin lamentarnos, ni mucho, ni menos, nos sabemos libres. Ya no hay que perder por lo poco que se da, no hay que proclamar un "te amo", es mejor demostrarlo. Los labios rehusan hablar y los pensamientos dar forma a esas palabras. Es cierto que la sonrisa cura el alma y sonreír no es malo, si es la medicina. El fallar o el ganar no es lo importante, la razón dice que la vida es así.

Esencia orgánica

En un lago de cristal y hielo, cae la gota de agua como esencia de vapor en su matriz. En el horizonte, la sombra aulla el contorno de unas vertebras de aire, que danzan debajo de unas sabanas, en el mismo sendero que se recorre por enésima vez. Y en el polo opuesto la mirada huye de los sueños, a un paisaje escarpado bajo el enigma locuaz del silencio. La tarde lluviosa parece volcar lágrimas a un océano inexistente. Presume el caminar de la noche, los segundos caen en instancias frías, y en el fondo la rítmica brisa, que al desvanecerse se succiona agazapada, enmudeciendo la esencia del mañana vertido en imágenes. La vida embriaga agotando el oxigeno, con un elixir que envenena la esencia orgánica del futuro.

Marca el compás

En tu rostro el deseo era un discípulo maldito, un pedazo no encontrado de partículas sin miedo, reflejos de algo prohibido, cantos sin música, amor sin sexo. No hace falta poner un nombre a la compañía, si se es el poeta que susurra los pecados y se tiene una vida de ficción o de cuento de hadas. El lugar que mas belleza tiene es una bóveda iluminada donde penden las musas, donde se piensa sin malicia ninguna, se entremezcla felicidad con tragedia y se abrazan intimidad con melancolía, las risas son pasajeras. El idilio cubre las ansias, suspira, calla, suspira, canciones, melodías, yo entre ellas, no hay instintos mezquinos que roben la inteligencia. Un suspiro cuelga de la pared enmarcando sin más la añoranza del ayer. Ahora pierde la herida la sangre y marca el compás.

Embriagada de oxigeno

Nunca antes hubo una lágrima al contemplarte bajo la luna, la sonrisa era profunda y honda, las notas entonaban los acordes ajenos de la esperanza, arropando así, los confines de las sombras de la ausencia. Con el metro en ese instante se podía medir la soledad y la nostalgia. Aquí se vierten las letras, que huyen de las voces abatiendo tardes y partiendo noches. No estaba el corazón dolido, ni vacío, ni perdido, viaja con el hombre, desorientado, sin rumbo, sin dolor, sin congoja. Jugando con el sueño en un lenguaje vago, recogiendo el agua del mar, la luz de la luna, el viento, los sonidos, su misterio, dejando intacto su crepúsculo. Cerrando los ojos abrigas la vida, vuelas sin llegar, descontando los latidos al galope del corazón, luchas por despertar embriagada de oxigeno y penetrar en los recovecos ebrios y desvanecidos de la existencia.

Paranoica soledad

Si te paras a pensar con quien dialogas en la oscuridad y en la luz, nunca se descubre si hay alguien que contesta. Puedes divagar y despertar la atención de tu interior que no responde, si no te escondes afrontas con valor el miedo. A veces no se encuentra la respuesta a la pregunta. Te levantas, te miras y no te reconoces frente al espejo, es por que la locura, en una nueva dimensión, te embrujó, extasiando los cinco sentidos de placer. Tu mirada sesgó en la madrugada con sonrisas a medias y sueños de latidos ausentes que languidecen en la distancia y van dejando un rastro de sombra. Tiempos sin memoria con imágenes de risa, alegría artificial sin nombre ni apellido, recordando el rocío que grita conquistando el silencio. Buscando con inquietud la esencia de la existencia, regalando al vacío una sonrisa e ignorando su paranoica soledad.

Sóla en la batalla

Habían sido demasiadas emociones para un solo día, los pensamientos se agolpaban en su mente, y no encontraba por ningún sitio, ni tan solo un halo de claridad. Tragar saliva, secar las manos, calmar el miedo, no es suficiente tratando de tranquilizar estas ansias locas, en un universo que conspira para cambiar el destino. Sin tristeza inconclusa, de la que precede a la locura, pues ya nada es real, es la única cosa que se concentra en tu mirada. Tratando de recordar abandonada a la nada, te asombras al darte cuenta, que al odio, le es imposible crecer en tu corazón, a pesar del dolor punzante que se arranca sin piedad. Es mejor que tu alma herida se olvide de si misma, dejando apagar silenciosamente los recuerdos, despidiéndote del tiempo en un suspiro. Vale mas ser el cometa que perdió su estela y se estrelló, que quedarse sola en la batalla.

Claustro sin puertas

Su respiración era más un suspiro hondo, tanto que el aire parecía deslizarse por toda ella, trataba de romper con su embite la dura costra que a su corazón cubría. Acelerada incontrolablemente, la brújula pierde el norte de la sangre apasionada. Se aferra sin necesidad de respirar ni pronunciar silencios, ojalá pudiera extraviar los minutos y engañar a las horas. Impulsando los latidos que acaecen paso a paso, recorriendo el camino, sobrepasando la realidad a un viaje maravilloso. Mirame a mi como estoy, conforme con lo vivido, mil pasiones, con síntoma de sentimiento esperan su libertad. Deteniendo los vacíos de la noche, que en un ritmo decadente oxidan el aire, deshelando la ausencia como si auxiliara a la melancolía, en un claustro sin puertas al que llaman vida.

Nieva

Abrí la puerta con decisión para echarme a la calle, mi vista quedó prendada, había un manto color blanco que lo cubría todo, el viento venia con una carga enorme de copos que se depositaban unos sobre otros.Un cuadro de museo observaban mis ojos en ese instante.Hay mucha luz en el camino tan desordenado, un extraño resplandor, con un solo color, el blanco. De repente una vieja canción, un eco en mi corazón, el tiempo con su atmósfera, escribe con un solo dedo en la tierra, todo lo puede menos ser inmortal. ¿Ves mis manos manchadas?, no las mires directamente, tus ojos se podrán quemar tienen el brillo del agua en su quinta esencia, suda fluorescente la vida en mis dedos, cogeme, tocame, disfrutame, cuanto mas frío mas delirio, extraordinaria transformación. Mientras tanto con constante gracia , la nieve no se detiene, sigue posándose en mi como gélidos suspiros, siguen cayendo los copos, nieva.

Pensaba

Pensaba que lo mio eran causas perdidas, rescatando de huracanes, de naufragios, que el llorar no curaba, que lo que hacia era ajear mi piel. Pensaba que había dioses que extendían sus alas, para que viviera eternas fantasías, que había un lugar, donde batiéndome con ansia podía saltar las nubes. Pensaba que podía sumergirme en el mar, en aguas de soledad, erigiendo sinfonías de belleza y que el corazón roto no era suficiente, sino se enterraban sus cenizas. Pensaba que el sol cuando se oculta, es para hacernos saber que ha llegado a su fin un día mas, y en lo que hacer mañana. si el presente aun no se ha vivido. Pensaba en el ritmo adecuado para este poema, lo difícil que es, si te abandonan las musas. Pensaba en las caricias que abruman y en las lenguas que poseen la memoria, en la inconsolable quietud de la piel, en los besos que se absorben en los labios incendiando el equilibrio interno. Pensaba, solamente pensaba.