miércoles, 1 de septiembre de 2010

A la vez que deseable, preferible.

Bocanadas de viento fresco, llegaban a modo de torbellino, lo cual hacia difícil determinar su procedencia, pero aun así era lozano, nuevo y por momentos algo insolente. La orientación para llegar no estimamos a través de que circunstancia, pero hay estaba, nada descarado y si muy persistente. Para el paisaje era cuanto más tranquilizador, y en muchos momentos plácido y sereno. Seguramente e igual nunca se sabrá demasiado bien, llega en el instante a la vez que deseable, preferible. Hoy las palabras no son dilemas de metáforas, los labios no se pierden en cosquilleos, el viento nuevo que ha venido hasta aquí danza en nuevos despertares, grandioso como la belleza que da a cada rincón, a cada pared y en cada suspiro. Es ahora que tenemos la oportunidad vagamos entre la soledad y la felicidad antes desperdiciada, recargando el presente.