Luz cegadora

Su silueta alargada y fina se apreciaba en el principio de la acera, al andar simulaba un movimiento sensual que batía con gracia su vestido, siempre gustó de usar zapatos de tacón por aquello que hacen más esbelta la figura, aun así desgreñada y sucia, tenia ese aquel de las mujeres de clase, unos ojos negros grandes y profundos, como la noche en la que se movía, una nariz graciosa y pequeña, y unos labios grandes y perfilados, como tallados por un escultor. Pero a pesar de todo, no podía disimular la frialdad de su rostro, y la oscuridad de su mirada. Fue tanto el dolor pasado, fueron tantos los sinsabores que en su vida había tenido, que un día el hastío, la soledad y el abandono, la llevaron a tomar el más fácil de los caminos. El vacío creo una mala canción, una mirada ciega busco y busco un color que no encontró, hoy una fuerza prepotente y altanera se impone a tu vida, arrastrando con ella tu castigado y pálido corazón. Si fuera cierto que las estrellas se llevan el brillo de las personas que mueren, la tuya tendrá una luz cegadora.

Sobrevivir

Era tal el silencio, que podía oírse sonidos de alguna voz en la lejanía, la brisa del viento parecía como si quisiera susurrar tiernas palabras para estremecer el alma y acelerar los latidos del corazón. Es precisamente en ese momento cuando el tiempo del día se acaba, y el cuerpo desnudo reposa sobre las sabanas frías, entre la penumbra, los sueños se esconden en la sombra. La silueta es vertebra de un concierto, la sangre corre haciendo ríos y los recuerdos sin esencia vienen y van. Es el momento donde los sinsabores se venden y las lágrimas de miradas soberanas pueden convertirse en risas, quizás no exista coherencia en la mente ni se proyecte el reflejo del dolor, puede que vivamos meramente para sobrevivir.

Altiva sonrisa

De repente en el más profundo de los sueños, un sobresalto, parecía como si un ejercito de soldados diminutos pasearan por sus venas, emergiendo con la obsesión de deambular por el fluido sanguíneo, millones de partículas de ternura deslizándose con leve rugido. Las cortinas que tejió el amor se levantan como telones de un escenario, para dar empuje al suave viento que silba dando salida a la tropa. Se vislumbra una luna menguante, que se precipita y sumerge en las aguas, el tiempo ha de atar los hilos del raciocinio, entonando la suplica de la muda imaginación. Los cariños deben ser sinceros, no se pueden dar migajas de un cariño coloquial, la desidia es un credo irónico y ronco, que asfixia las paredes del miedo, hoy como ayer no está convaleciente, nada desvanece la sutileza de su altiva sonrisa.

Leyó

Leyó una y otra vez el texto y se sorprendió, conforme avanzaba en la lectura, su rostro por momentos se desencajaba y palidecía, creyó ser ella la protagonista de esa historia. Con ímpetu cerró el libro y lo mantuvo largo rato entre sus manos. No la detendrá prisionera la melancolía, no llegará presurosa y llena de desdicha para vestirse con su sangre, equipa con todo su ser nuevos amaneceres llenos de gloria, un cometa estridente la llenará de abrazos y de locos besos. Nunca se cansará de la danza en sueños, del placer extremo, de reverenciar los caudales de la pasión una y otra vez. Perceptible en los abismos de sus ojos, se derrama el vacío de su mirada, un grito la saca del demonio que llaman silencio.

Palabras

Las palabras aunque se apelotonaban no querían aventurarse y lanzarse al exterior, no anhelaban ser la suma de un final ni una primicia que perteneciera a otras vidas. Avanzan firmes, decididas, débiles, inocentes, obedientes, pesimistas, fuera el abrazo inexorable del encuentro .No quieren cruzar la última frontera, no hay que prepararse ni sorprenderse, lo mas intimo tiene su poso y está reposado, no puedes decir –fuera- , y desembarcar junto a un verso olvidado, la esperanza puede estar en el retazo de un recuerdo, en la brisa que descompone el alma y estremece el cuerpo. Pueden entonces las palabras permanecer en la garganta o agonizar en el escritorio. Valioso es lo sutil del lenguaje e invocamos al mago, deshacemos el hechizo y las musas volverán de donde fueron olvidadas por los misterios del hombre.

Otoño

Ruedan las hojas secas que el otoño deja caer incendia la sangre, eterniza el momento, mares monótonos y en calma de colores opacos distancia insalvable entre un sentir y otro, el ocre y el color rojo ensucian la tierra, el horizonte se cubre de oro terracota. En el sendero se percibe la calma y en la fría oscuridad revelaciones distantes de miradas, que persiguen el olor del viento y el crujir del color tostado bajo mis pies, en lucha por unirse y confundirse al reflejo recíproco que absorbe los tenues rayos de sol. Con luz mortecina y pálida carente de vida, intentan reunir a quienes nacen solos compartiendo un espacio en sabanas frías, rescates de la ultima chispa de fantasía y sensibilidad.

Puzzle de gamas

Que silencio se siente, hasta se pueden oír los sentimientos, los latidos del corazón van a hombros, hipnotizan en espiral la noche de invierno, la voz del día ha terminado en un eco hundido. En el arroyo nocturno inconsciente la rienda, el látigo al chocar, rueda por el barranco, la búsqueda de la fatalidad y la perfección ha llegado con éxito. Al caer la segunda noche el secreto recubre el camino, conoce la magia de los sortilegios, la locura rechaza con saña el cenit, el silencio azul y los contornos de nácar. Al partir se esfuma como un innecesario rumor, los colores son jubilosos, ostentosos y malignos, seguía sintiendo cada pieza del rompecabezas, creyó estar sobre un puzzle de gamas. El sueño la había agotado.

El destello

Hay un brillo cegador que emborracha los ojos, flechas enclaustradas de Dulcineas y Quijotes haciendo tangibles sables y saetas, el resplandor de la noche cae, mi nombre se abraza a tu costado, las ganas viven siempre son ganas y no pretenden quedarse donde reside el silencio.

El destello hace que la nostalgia llegue a pasos lentos a mi corazón y la noche plata queda atrapada en un secreto fiel e infinito, atravieso la calma y al derramar mi copa aumenta la sed. Abro un horizonte dando vueltas al olvido, estaré hecha de instantes, renaciendo de reflejos cada día, sin cansancio, con el equipaje hecho y el inventario.

Trotar por las silabas

La sabiduría de lo escrito, la magia de lo que se plasma, observar como día a día al escribir envejecen las palabras, puedo trotar por las silabas, caminar por los acentos, reflejo y plasmo sentimientos y galopo en el suspense de mis puntos suspensivos. La razón elíptica en un mundo de signos imperecederos en el que se redescubren teoremas de amor. Oscurecer o desformar o bien iluminar e inventar a las personas, provocar un parpadeo y una lágrima de cristal, caminar con los fantasmas contorsionados y mudos, plasmando el matiz de los sonidos y luces desleídas en fragmentos por las nubes. Renacer en las bóvedas de las ondas de las olas resurgiendo en sus espumas, salpicandonos de humor. Si escribo no estoy muerta, hago una tesis de la evasión.

Oscuridad de la noche

Anhelo un día eterno, en el que se perpetúe el presente y andar paralela al mundo, los rayos del sol protegiendo mi existencia, donde la oscuridad de la noche no se haga presente, y las pesadillas no me sentencien a muerte, ansío dormir en lo más recóndito, con un sueño profundo para no detectar como el miedo se apodera de mi cuerpo, y la soledad me muerde, obviando que los fantasmas llegan como vecinos invisibles para descarnarme el alma, la oscuridad se aprovecha construyendo una frontera insalvable. El dolor tembloroso no me deja salir del amargo letargo, ahorco el interrogante del centelleo de la penumbra.Voy enfrentándome sola, devorando la existencia de mi ser, y sobrevivo arañando el futuro .

Retazo de existencia

La magia del espíritu me da el privilegio de vivir, en el sendero voy dejando atropellada mi piel, en las travesías de la pasión quedan muestras de los quejidos del pecho, los estragos hacen que las lágrimas se mezclen con las fantasía así entre perfumes las ilusiones trascienden y hay un sin fin de románticos momentos. No es preciso decir demasiado, se siguen dando pasos y aun están los que quedan por dar, si me miras a los ojos veras que aun hay un paraíso y muchas historias que secuestrarle al sol, no se puede detener la vida con lamentos dormidos, nada pasa en vano el anochecer aun presente pide inmutable en el tiempo y en el espacio un retazo de existencia,la palabra escrita en una prosa puede ser muy seductiva si me lanzas el envés del universo puede que mi pluma pierda la razón.

Rayo de Sol

Al amanecer un fino rayo de sol, se le recibe como amante incondicional o confidente, se le esconde bajo de la cama, se le obliga a permanecer sumergido en el abandono de la razón. Con la calma que da la libertad se pierde la inocencia, antes de percibir la tristeza el camino se abre, una brisa incesante recorre la distancia entre la felicidad y el dolor, la angustia hace insoportable el frío, cerrando el paso al recuerdo se puede abrazar al sol. Se enreda mi desgastado corazón, si soy poeta no hablo claro, si se vulneran las reglas una caricia puede ser oro, no me niego la menor felicidad me sostengo con el pentágrama de mis manos, me ayudo en el firmamento de mi sonrisa, me apoyo en la ilusión de mi mirada.

Donde

Donde se rompe el silencio, donde llega el humo de tu hoguera, donde las lenguas del delirio me abrazan y me consumen, donde tu cuerpo toma mi fuego y juntos ardemos donde llegan mis encantos y en el infinito detrás de tu nuca un resuello mio te haga gozar, donde cada exhalación inunde de sudor y suspiros, donde se enciendan los susurros y no dejes de pronunciar mi nombre, donde mis brazos te den la bienvenida amablemente y con cortesía , donde los besos sepan a pasión, donde esos ojos traviesos reconozcan el camino de mi cuerpo y tu cuello al filo del frío acero sea un gemido, donde de repente se escuche tu melodía favorita con escena de cama incógnita, donde nuestros cuerpos se juntan con un ritmo placentero e intenso y nuestras bocas expresan el sentir, donde la convulsión nos eleve desenfrenadamente a un infinito eterno, donde importa la esencia de lo que quiero, la magia del orgasmo.

Caminas por la realidad

Sigues el sendero y caminas por la realidad, si mi vida es confusión y estoy sitiada en un firmamento lleno de estrellas ¿por qué todo se me escapa? Las huellas en el camino son extremadamente tristes y hoy sangran, se colocan con odio las noches en las que soñar no pude y el aire poco a poco va frenando el vuelo mediático. Cada sonido en soledad asume su destino, un suspiro anhelado pinta la nostalgia, me prohíbo mis encantos de hechicera, vivir callada cobarde decisión y duro tormento. Me entrego a unas hojas en blanco que van haciendo historia, lleno mis ojos en la oscuridad, y emborracho mi pena, a veces creo que no tengo alma, sospecho que de una forma altruista me la robó el amor.

Beso resucitador

Los ídolos de la primavera traen sed de impaciencia, olvido los candados de mi puerta pudiera ser que vinieran a mirar, mi sangre presurosa y ligera corre por mis remos, desde los silencios de las estrellas a los recodos de la impaciencia, suicidada de olvidos y de recuerdos se revela el final del arco iris, puedo devastar y comerme los sueños cada noche. La tormenta revive el inconsciente dinamitando el acueducto con adrenalina, el furor que derrite las caricias permanece en silencio es testigo de la lejanía y del salvaje infinito, la cobardía hábil y astuta combate en una batalla para desbancar cada recuerdo, recubierta de deseos, el tiempo el enemigo de mi historia y la esperanza un beso resucitador.

Tendida

Tendida, con los ojos sutilmente cerrados, se sume a zambullidas en su universo, la marea hace de contrafuerte y va humedeciendo con agua la arena, se expresa con gemidos sumida en el alba, enloquecidos sorbos de besos y de caricias, que dejan una estela a lo largo de la piel. Enmudece al ahogarse en fuego, la emoción aprieta el alma y el silencio pellizca el desnudo torso, en los avances se pierde el espacio. Dulce dibuja la luna entre sus senos, para verter en la gruta del deseo, al contraerse cierra sus ojos y aprieta las manos, percibe el aroma que va quedando al resbalar por su cuello, suave el cuerpo entra en su cuerpo y se vierte dentro, jadeos perdidos expresan la excitación, callada la noche, se atrapa el deseo, se goza en la sombra.

Reflejo sereno

Sigilosa y levemente, con la vehemencia que da el saber es capaz de intuir y adivinar, que se encubre, lo que es secreto en lo más interno, disimulando se puede silenciar, en las brasas candentes todo se esconde, y puede enmudecer, está seguro y se halla bajo control.

Al ubicarse tan dentro niegas la salida a la existencia, lo que no vive fuera reside en tu ser, así regocija y deleita la cavidad más intima y profunda. Lo que siempre es y te pertenece, permanece unido al mismo fuero, nutre y sustenta el entendimiento y la esencia de lo que se es, si no te llenas colmándote y saturándote de amor, no tendrás sed, no podrás saciarte,al beber de la vida es una forma noble de entrar y salir sin identidad, el reflejo sereno de una circunstancia.

Rueda

La enorme rueda, la que mueve todo, la que gira y al momento pasa de nuevo por el mismo sitio, la que se equivoca, la que tropieza y mete la pata. Esa que un instante ve las cosas con un perfil y una apariencia, la que es capaz de hacer un formato de un aspecto, y en el segundo siguiente, cambia el estilo, el modo y la manera. La rueda que como marionetas nos impulsa, agita y estimula, y en breve nos sujeta, nos detiene y paraliza. En ocasiones dobla advirtiendo y contemplando minuciosamente lo que hay a su paso, en otras voltea, gira con fuerza presurosa y repentina. Se perpetua y reside entre nosotros, nos acecha, nos advierte y curiosea, ella que parece permanecer ajena, constante e imperecedera nos sobrevive.

Una lágrima

Otra noche más, penumbra adversa, recóndita oscuridad, cortinas negras, gélida soledad y trémulo silencio. Cabalgan las sedas por la mente, los lamentos suplicantes compungidos, dolor brutal, despiadado y cruel. Aflicción, angustia, congoja y daño. Desgarra el alma, desgaja con furia dentro mis entrañas, cortando el fluido que me da la vida, afligida y taciturna la existencia por mis dedos se me escapa, la savia que me sostiene pierde energía, me desvanezco cayendo al vacío deshabitado, aislado y desamparado, aquí todo es indiferente y frío cuando todo parece helarse, y el semblante permanece insensible, renace tornando a la vida una lágrima.

No era

No era el efecto del viento, no era el día o la noche, tampoco los rayos del sol o el influjo de la luna, no era la magia del amanecer , ni la enajenación del ocaso, tampoco la sutileza de una sonrisa, o el brío de una mirada, el vigor de un gesto, o la frescura de un abrazo. No lo era, nada era, la esencia que debía hallarse y subsistir, permanecía ausente y disipada con una decadencia de lo más volátil. Si nada es, ¿por qué permanece? Si se mira desde tan arriba la fisura es menuda. Y la nada sigue siendo nada sigue siendo ausencia. El peso es específico, sin querer lo más preciso se delimita. Nunca el efecto del viento se llevo lo que trajo

Dibujar.

Dibujar, delineando con las yemas de los dedos, recorriendo la silueta lentamente, fraguando muy leve los delicados pliegues de tu piel, descubriendo los parajes inauditos de tu cuerpo, aventurarse en atravesar los rincones más recónditos, donde solo pueden acceder los susurros y jadeos, transitar como nómada por tu talle, dejando la huella de una estela hecha hendidura.

Recorrerte por completo, traspasar calando y penetrando en cada nuevo amanecer, yacer tendidos desvelando en cada beso la fuerza de la existencia, en cada caricia un siglo de vida, en cada mirada el fuego incandescente del alma. Describirte, perfilándote a tientas con el roce de mis dedos.

Sed

La hoguera seca y te quema todo, tu no puedes contenerlo y sientes la fuerza de su tormento. Extenuada por el intenso esfuerzo y provocada por él de la manera mas apasionante para saciar la sed, haciendo una transformación de lo irreconocible, una sed ardiente que abrasa la lengua y la garganta, tanto que no puedo articular ni una palabra, hace que se seque el corazón y las entrañas. Pasiones dominadas las que quieren darte, que en lugar de confortar hacen que ardan aun más secando afectos y pensamientos. Las almas se pierden buscando calmar la sed, no sufren ni se consumen ni se abandonan a las tristezas, permanecen en la puerta del corazón de día y de noche llamando.
Tengo sed, necesito beber del rió de tu boca, apagando el fuego en cada beso, aplacando con un guiño una sonrisa, desgarrando como agua una caricia.

Silueta

Tomo la vida sin desecharla, entre risas me emborracho con su jugo, a la noche oscura y tenebrosa le doy la vuelta y la miro con diferentes pupilas. Quiero que me alumbre el sol resistiendo en la cuerda floja y usar los colores que la lluvia dejó feos y grises. De las penumbras que brotaron del insomnio, regresan vientos nuevos, que escapan de los abismos. Los verbos y los tiempos de tanta poesía nefasta, tienen ciclos de suspiros sinceros, justo ahora veo aparecer en el ocaso la altivez de tu silueta, con sonrisa vaga y ojos de seda con matiz crepuscular.