miércoles, 23 de febrero de 2011

Amaneceres perdidos

Nítido, transparente, cristalino todo encerrado en lo mismo, de la misma forma y de la misma manera como debe de ser, ha de ser y será. Pero incierto, demasiado por que las verdades, nunca pueden ser verdades a medias, y las palabras que se dan y en las que confiamos, no pueden ser éteres, volatiles y estériles, como estrellas fugaces. Hay un firmamento lleno de luz, y un mundo donde se puede volar sin alas, lo simple puede ser bueno y no sirven los arquitectos de la felicidad, en este momento y en el ahora el limite lo marca el bolígrafo. Hay personas de libre corazón y amaneceres perdidos que se aferran a la vida inerte que hieren y se clavan en el crepúsculo. Salteando sonrientes con el alma raptada cual aullido de lobo para gestar caras de inocentes victimas.