domingo, 30 de enero de 2011

Estallidos y huellas extasiadas

En lo más recóndito, lo mas profundo y escondido, lugar de duendes, de hadas y brujas, tenues colores adornan un paisaje que cabalga entre lo real y lo irreal, entre el cuento y la vida misma. Nunca se fue lo suficiente trovador, ni el laúd acompañó las mas hermosas primaveras, en el paraíso que además de hermoso, embriaga y cautiva, más aun cuando las situaciones son tal cual, son y no se improvisan. El rayo tímido de sol desvaneció el momento mas abstracto, iluminó de forma sencilla el color anaranjado del rostro que tan innegable zozobraba a la deriva, contemplando a través de la ventana, como la figura esbelta de aquel que en su momento lo fue todo iba desapareciendo en la mas hostil lejanía. Tomó el vaso, bebió tranquila y pensó en voz alta " de agua de lágrimas ahora empaparme puedo y quiero, lavan mi alma de estallidos y huellas extasiadas"