lunes, 12 de octubre de 2009

Una lágrima

Otra noche más, penumbra adversa, recóndita oscuridad, cortinas negras, gélida soledad y trémulo silencio. Cabalgan las sedas por la mente, los lamentos suplicantes compungidos, dolor brutal, despiadado y cruel. Aflicción, angustia, congoja y daño. Desgarra el alma, desgaja con furia dentro mis entrañas, cortando el fluido que me da la vida, afligida y taciturna la existencia por mis dedos se me escapa, la savia que me sostiene pierde energía, me desvanezco cayendo al vacío deshabitado, aislado y desamparado, aquí todo es indiferente y frío cuando todo parece helarse, y el semblante permanece insensible, renace tornando a la vida una lágrima.