viernes, 9 de octubre de 2009

Dibujar.

Dibujar, delineando con las yemas de los dedos, recorriendo la silueta lentamente, fraguando muy leve los delicados pliegues de tu piel, descubriendo los parajes inauditos de tu cuerpo, aventurarse en atravesar los rincones más recónditos, donde solo pueden acceder los susurros y jadeos, transitar como nómada por tu talle, dejando la huella de una estela hecha hendidura.
Recorrerte por completo, traspasar calando y penetrando en cada nuevo amanecer, yacer tendidos desvelando en cada beso la fuerza de la existencia, en cada caricia un siglo de vida, en cada mirada el fuego incandescente del alma. Describirte, perfilándote a tientas con el roce de mis dedos.