sábado, 9 de enero de 2010

Sóla en la batalla

Habían sido demasiadas emociones para un solo día, los pensamientos se agolpaban en su mente, y no encontraba por ningún sitio, ni tan solo un halo de claridad. Tragar saliva, secar las manos, calmar el miedo, no es suficiente tratando de tranquilizar estas ansias locas, en un universo que conspira para cambiar el destino. Sin tristeza inconclusa, de la que precede a la locura, pues ya nada es real, es la única cosa que se concentra en tu mirada. Tratando de recordar abandonada a la nada, te asombras al darte cuenta, que al odio, le es imposible crecer en tu corazón, a pesar del dolor punzante que se arranca sin piedad. Es mejor que tu alma herida se olvide de si misma, dejando apagar silenciosamente los recuerdos, despidiéndote del tiempo en un suspiro. Vale mas ser el cometa que perdió su estela y se estrelló, que quedarse sola en la batalla.